Al año siguiente Bovril, encabezo la manifestacion sumandose tambien jornaleros cubanos, jarochos y mulatos, quienes ante la amenaza del escandalo, lograban recibir por parte de sus patrones alguna botella de licor y alimento. Asi cada año se daban cita mas empleados para conseguir algun regalo o en su defecto recorrer los comercios obteniendo dadivas a cambio de entonar algunas coplas.
Otra historia cuenta ke representar al viejo, surge de almanaques japoneses tradicionales caracteristicos de la epoca, en los ke un aguador coreano que vivia por el rumbo de la playa tenia un gran parecido con un personaje del impreso, de esta manera trata de representar dicha estampa al acompañar al anciano con un niño que significa el año nuevo, recorriendo todo el barrio cantando coplas con guiros y guitarras convirtiendose asi en una tradicion muy porteña, que en la actualidad en la ultima noche del año se pasea un muñeco al compas de jocosas melodias.
En la region de los tuxtlas, varios dias antes de finalizar el año, se sienta frente a las casas al viejo, un muñeco echo de papel, trapos y cuetes, ataviado para la ocacion y que pide su aguinaldo. por las noches lo llevan de casa en casa, pidiendo la limosna. acompañado por jaraneros y bailadores que al son de los instrumentos bailan fandango. Siendo la media noche del dia 31 de diciembre se le prende fuego y conjuntamente al tronar los cuetes se unen la algarabia de los presentes.
Algunas de las coplas del Viejo son:
Una limosna para este pobre Viejo
que ha dejado hijos,
que ha dejado hijos,
para el año nuevo.
A don Ferruco
lo llevan a enterrar,
porque los villistas
lo quieren matar.
Ya se va el Viejo
muriéndose de risa
porque esta noche
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